07 mayo 2007
Inversiones en la Chacra Experimental Barrow
La entidad incorporó instalaciones necesarias para el desarrollo de proyectos regionales y nacionales. También hay una mayor disponibilidad de vehículos y maquinarias. En 2006 comenzaron los cursos en una planta piloto para lácteos, embutidos, chacinados y panificación
La Chacra Experimental Integrada Barrow amplió sus instalaciones, construyó dependencias e incorporó equipamiento para el desarrollo de proyectos regionales y de carácter nacional. El ingeniero agrónomo Carlos Bertucci, director de la entidad, sostuvo que se trata de inversiones efectuadas en los últimos años a partir de la disponibilidad de un mayor presupuesto.
En principio, recordó y destacó que en el transcurso de Expoagro, propuesta que se desarrolló en marzo en Junín, se renovó el convenio entre el Ministerio de Asuntos Agrarios e INTA que establece un marco para la labor de la Chacra Barrow. El acuerdo se suscribió por un plazo de diez años, con opción a extenderlo un período similar. "En condiciones normales, nos da un panorama de continuidad de 20 años. Brinda certezas para concretar una planificación a mediano y largo plazo", sostuvo.
La Chacra Barrow integra el Centro Regional Buenos Aires Sur. En todo el país hay 17 centros de similares características, dos de los cuales se encuentran en el territorio bonaerense. En este contexto, según explicó, "participamos en la organización de actividades de investigación y extensión a nivel nacional y regional".
La intervención en proyectos y programas se define "en función de la realidad y diagnósticos regionales, así como de las demandas de entidades y productores". Las instituciones se encuentran representadas en la asociación cooperadora y el consejo local asesor.
El mejoramiento genético de trigo pan, trigo candeal y de avena constituye una de las funciones del establecimiento ubicado a pocos kilómetros de nuestra ciudad. Bertucci puso de manifiesto que "el laboratorio en calidad industrial de granos es de primer nivel, el INTA sólo tiene dos en todo el país y uno está en la Chacra. Se colabora en el proceso de selección, tratando de marcar las cualidades que se tienen en cuenta en calidad industrial de los granos".
Sobre los proyectos regionales, dijo que "básicamente toman la extensión, experimentación y un componente de investigación. Algunos coordinamos desde esta experimental, otros son realizados por otras experimentales y nosotros participamos".
En el ámbito nacional, forma parte del programa de cereales. Además el INTA suscribió oportunamente un convenio con Bioceres; "somos una de las estaciones experimentales que genera cultivares de trigo pan, incluidos en el convenio", puntualizó.
El programa de carnes implica "trabajar en la producción de más y mejores terneros, en el manejo y sanidad del rodeo, en el manejo y sanidad de la invernada". A ello cabe agregar el área estratégica de forrajes y pasturas.
Los principios institucionales son competitividad, sustentabilidad y equidad. En tal sentido, hizo referencia a las ecoregiones, recursos naturales y gestión ambiental. Otras propuestas se encuadran en economía y sociología, tecnología de alimentos, agroindustria, protección vegetal y desarrollo de los territorios.
En el caso puntual de agroindustria, señaló que la Chacra Barrow es protagonista en biocombustibles. "Tenemos un liderazgo fuerte en el manejo del cultivo de colza, importante a futuro para la producción de biodiesel -expresó-. Cuenta con el mejor rendimiento de aceite y a los países de Europa les interesa este tipo de cultivo". Entre otros beneficios, agregó que "para nosotros es importante por el sistema de producción, tomando en consideración la manera en que ingresa en la rotación, y tenemos tecnología adecuada para su manejo". La ingeniera Liliana Iriarte, abocada a esta actividad, "ha dado charlas en todo el país, en Paraguay y ahora también en Perú".
En sus apreciaciones, mencionó del mismo modo que "en extensión y desarrollo rural nos estamos reorganizando. El ingeniero Julio Catullo es el coordinador nacional de transferencia y extensión", área en la cual se cumplen programas como Prohuerta, Cambio Rural, Profam o Minifundio. En forma paralela, se organizan encuentros y convocatorias vinculadas con el desarrollo local.
Cambios
Las inversiones comprendieron equipamiento de laboratorio y para investigación. Además se recibieron un micro, vehículos y una cosechadora experimental, cuyo valor aproximado es de 110.000 euros. El director expresó que "son montos de importancia, en estos últimos tres años suman alrededor de un millón de pesos".
Fuente: La voz del Pueblo
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